La coordinación de actividades empresariales (CAE) es un aspecto fundamental en la prevención de riesgos laborales cuando en un mismo centro de trabajo coinciden varias empresas. Su obligatoriedad y correcta gestión son cruciales para garantizar la seguridad y salud de todas las personas implicadas.
Principales situaciones que requieren coordinación
La CAE es obligatoria en diversas situaciones, algunas de las más comunes son:
- Trabajos de construcción: En obras donde varias empresas intervienen simultáneamente. .
- Mantenimiento: Labores realizadas por empresas externas dentro de las instalaciones de otra empresa.
- Servicios en instalaciones: Actividades como limpieza, catering, seguridad o servicios técnicos que requieren la intervención de empresas externas.
- Eventos: La organización de eventos en los que colaboran múltiples proveedores o empresas.
Estas situaciones exigen una coordinación efectiva para evitar posibles accidentes y asegurar el bienestar de todas las personas trabajadoras.
Identificación de las figuras intervinientes y sus obligaciones
Uno de los elementos esenciales en la CAE es la identificación de las figuras intervinientes y la descripción de las obligaciones que les corresponden según las circunstancias. Este proceso implica definir roles como empresa titular, empresa contratista y subcontratistas, entre otros, y establecer qué responsabilidad tiene cada uno en función de su actividad y nivel de riesgo. El correcto reconocimiento de estas obligaciones es fundamental para una gestión eficaz de la coordinación.
La CAE como un proceso de cuatro etapas
La coordinación de actividades empresariales debe considerarse como un proceso que se desarrolla en cuatro etapas:
- Contratación: Selección y evaluación previa de la empresa que prestará el servicio, incluyendo la verificación de la documentación relacionada con la prevención de riesgos laborales.
- Planificación/Organización: Preparación y comunicación de las medidas preventivas necesarias para desarrollar la actividad de forma segura. En esta etapa, se identifican los posibles riesgos y se acuerdan los medios de coordinación.
- Ejecución/Control: Supervisión de las actividades en curso, asegurando que las medidas de prevención acordadas se cumplen y verificando que la actividad se realiza conforme a los criterios de seguridad establecidos.
- Finalización/Evaluación: Conclusión de la actividad, revisión de los resultados y análisis de posibles mejoras para futuras coordinaciones.
Es importante seleccionar los medios de coordinación más adecuados en función de las características de cada escenario. EcoGestor CAE ofrece criterios y herramientas que permiten cumplir eficazmente con estas etapas.
Adaptación a la naturaleza y estructura de la organización
Cada organización y escenario presenta características únicas, por lo que la CAE debe adaptarse a la naturaleza y estructura específicas de la actividad. La magnitud de los riesgos existentes y la concurrencia de las empresas determinan los criterios de coordinación que se deben adoptar. Evitar soluciones generalistas o excesivamente formalistas es clave para ofrecer una protección real a todas las personas trabajadoras. La implementación de un proceso adaptado y flexible permitirá que las medidas preventivas se ajusten verdaderamente a los riesgos presentes.
Gestión de CAE a través de EcoGestor
Saber cuándo es obligatorio hacer la coordinación de actividades empresariales y cómo gestionarla adecuadamente es vital para la prevención de riesgos laborales. La identificación de los roles, la consideración de la CAE como un proceso de cuatro etapas y la adaptación a la naturaleza de cada organización son factores determinantes para garantizar la seguridad en el centro de trabajo.
Para profundizar en las directrices sobre la coordinación de actividades empresariales, se puede consultar la guía proporcionada por el INSST. Además, herramientas especializadas como EcoGestor CAE pueden ser de gran ayuda para facilitar el proceso de coordinación y asegurar el cumplimiento eficaz de la normativa.